La sal y la pimienta del storytelling
¿Recuerdan que en el post anterior comparaba al storytelling con hacer un plato de comida? Si quieren darle otra leída o no tienen idea de lo que estoy hablando los invito a consultar Los ingredientes del storytelling: Contar historias al estilo Ratatouille
Bueno, me gustaría seguir con esa analogía porque, seamos honestos, a todos nos gusta comer. Y qué mejor que conocer las entrañas del oficio del storytelling que hacerlo a través de la imagen de nuestra comida favorita.
Ya tenemos listos nuestros ingredientes. ¿Los recuerdan? Gente, Lugar, Imagen, Personal, Plataforma (y Productos y Procesos, no olvidarlos). Pero a estos ingredientes les falta algo importante: los condimentos. Cualquier platillo necesita de unos cuantos condimentos para potenciar el sabor, mejorarlo, matizarlo o cambiarlo. Y el storytelling también necesita condimentos.
Los cuatro condimentos que nunca deben faltar en una historia
Para sazonar nuestro platillo vamos a requerir de cuatro condimentos que son esenciales en cualquier historia que queramos contar:
- Subidas y Bajadas
- Tensión
- Transformación
- Resultado
Subidas y Bajadas – Son las partes felices y las partes tristes de nuestra historia, por así decirlo. Son las que dan color al relato, que muestran complicaciones, dificultades, momentos de cambio, momentos de resolución. Es lo que nos muestra el contexto de la historia.
Tensión – El momento complicado, donde parece que no hay una salida, donde todo se ve difícil de superar. Es esa situación que parece que no se va a solucionar y nos tiene a todos nerviosos y pensando si podremos salir de esa situación.
Transformación – El momento en que se toma una decisión para solucionar la tensión, es esa idea, producto o servicio a la que hemos recurrido para resolver la tensión. Se trata del momento en que se comienzan a ver los resultados.
Resultado – La resolución final de la tensión, después de adquirir el producto o servicio, implementarlo y utilizarlo, por fin podemos recibir resultados tangibles que benefician a nuestra marca, negocio o empresa.
Con estos cuatro condimentos podemos jugar en nuestro proceso de storytelling. No importa en qué orden los utilicemos siempre y cuando utilicemos los cuatro. Y como siempre pasa en el proceso de contar historias, debemos conocer a nuestra audiencia para ver qué condimento les gusta más. A algunos les gustará primero ver los Resultados, a otros la Transformación, tal vez otros respondan mejor a la Tensión en primer lugar. Lo importante es darle a nuestra audiencia lo que le gusta para poder generar en ellos el impacto que deseamos.
Tengamos en cuenta siempre el perfil de nuestra audiencia, porque a la gente de finanzas le gusta más un condimento que a la gente de TI o a la gente de producción. Cada área tiene diferentes intereses y debemos tener esto en cuenta para colocar nuestros condimentos en el orden que mejor se adapte a esos intereses.
Quizá te interese| Érase una vez… el origen del storytelling
Recuerden que el storytelling se apoya mucho en la prueba y error, así que intenten experimentar con diferentes formas de colocar sus condimentos en la historia y verán que tendrá un sabor diferente cada vez, dependerá de ustedes y de su audiencia, con qué receta se quedan al final.
Ahora que su platillo está condimentado, el siguiente paso es cocinar, y obvio presentar el plato, que también tiene su dificultad, pero esto será parte de otro post. Por lo pronto, les recomiendo practicar su storytelling con los ingredientes y condimentos que les he compartido, jueguen con ellos, conózcanlos, y verán cómo poco a poco comenzarán a desarrollar un olfato que les permitirá reconocer cada uno a la primera.
El storytelling es difícil al principio, pero verán que con la práctica, poco a poco se hará más fácil y estarán cada vez más cerca de convertirse en unos expertos storytellers, y tal vez en unos grandes cocineros.
Los espero para la siguiente entrega.
Federico Rodríguez
Storyteller con más de 9 años de experiencia en contar historias y periodismo de marca. Apasionado por la tecnología, la música, el cine, la fotografía, los videojuegos, y todo lo relacionado con la cultura pop y geek. Foodie en desarrollo, pero no como Panditas verdes. También soy escritor y dibujante a ratos, además de podcaster y heavy user de las redes sociales.